Los arcos metálicos para brasier (también llamados varillas y aros metálicos) son alambres semi-circulares elaborados en un acero delgado y flexible.
Estos arcos se adecuan al brasier o sostén cosidos al sesgo debajo de cada copa de la prenda, desde el puente del sujetador hasta la axila para brindar soporte a los senos alrededor del torso principalmente, y de igual manera, ayudan a levantar, separar y moldear el busto.
Varios diseños de brasieres incorporan los arcos metálicos como unos de los principales insumos de corsetería en su elaboración, tales como el push up, media copa, copa completa, strapless, de lactancia, entre otros.
El concepto del arco o varilla para brasier tiene sus orígenes en la década de 1930, cuando la estadounidense Helene Pons recibió la patente por un brasier que incorporaba un arco o varilla continua de punta abierta que rodeaba la parte inferior y lateral de cada seno.
A esta patente se sumaron las de 1932, la de 1938 adjudicada a Pauline Boris y la de 1940 otorgada a Walter Emmett Williams, pero no fue sino hasta la década de 1950 cuando el brasier con arco metálico alcanzó la aceptación del público con gran popularidad gracias a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, lo que posibilitó la comercialización del metal como uso doméstico entre las empresas y se ha posicionado a través de los años como uno de los insumos para la fabricación de ropa interior femenina más importantes que existen.